Nuestra historia comienza en 1971 cuando mi madre, Carmen Guardiola, abrió las puertas de la Farmacia por vez primera. Los recuerdos de mi niñez, entre batas blancas, morteros de cristal y balanza de pesas, son muchos... Como el aroma tan característico que se respiraba nada más entrar por la puerta, las largas guardias nocturnas, y el respeto que sentía cuando le acompañaba al Colegio de Farmacéuticos.
Llegó el día en que, no podía ser de otro modo, me licencié en farmacia, y las dos juntas pasamos a formar la Farmacia Guardiola Desde entonces muchas cosas han ido cambiado, dentro y fuera. Pero lo que sigue igual es la ilusión, la cercanía y la intención siempre de ayudar a nuestros clientes, de los que muchos nos acompañan desde nuestros comienzos. Y desde luego, nada de todo esto sería posible sin la inestimable ayuda de Sari, Ester y Alessia.